jueves, 10 de septiembre de 2009

Joaquín Sabina - Física y Química






Fue en un pueblo con mar
una noche despues de un concierto;
tú reinabas detrás
de la barra del único bar que vimos abierto
-”Cántame una canción
al oido y te pongo un cubata”-
-”Con una condición:
que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata”-
loco por conocer
los secretos de su dormitorio
esa noche canté
al piano del amanecer todo mi repertorio.
Los clientes del bar
uno a uno se fueron marchando,
tú saliste a cerrar,
yo me dije:
“Cuidado, chaval, te estas enamorando”,
luego todo pasó
de repente, su dedo en mi espalda
dibujo un corazón
y mi mano le correspondió debajo de tu falda;
caminito al hostal
nos besamos en cada farola,
era un pueblo con mar,
yo quería dormir contigo y tú no querías dormir sola…
Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
y las dos y las tres
y desnudos al amanecer nos encontró la luna.
Nos dijimos adios,
ojalá que volvamos a vernos
el verano acabó
el otoño duró lo que tarda en llegar el invierno,
y a tu pueblo el azar
otra vez el verano siguiente
me llevó, y al final
del concierto me puse a buscar tu cara entre la gente,
y no halle quien de ti
me dijera ni media palabra,
parecia como si
me quisiera gastar el destino una broma macabra.
No había nadie detrás
de la barra del otro verano.
Y en lugar de tu bar
me encontré una sucursal del Banco Hispano Americano,
tu memoria vengué
a pedradas contra los cristales,
-”Se que no lo soñé”-
protestaba mientras me esposaban los municipales
en mi declaración
alegué que llevaba tres copas
y empecé esta canción
en el cuarto donde aquella vez te quitaba la ropa
Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
y las dos y las tres
y desnudos al amanecer nos encontró la luna.

Título: Y nos dieron las diez
Año: 1992
Letra: Joaquín Sabina
Música: Joaquín Sabina
Disco: Física y Química (1992)



No voy a negarte que has marcado estilo,
que has patentado un modo de andar
sin despeinarte por el agudísimo filo
de la navaja de esta hespidita ciudad…
sabias hacer turismo al borde del abismo
pero creo que de un tiempo a esta parte
te has deslizado al lado marrón,
tu que eras un maestro en el difícil arte
de no mojarte bajo un chaparrón.
buscando en la basura un gramo de locura,
dime que es falso que ya nunca escribes
que has empeñado el reloj de Raquel,
que tu corazón no halla quien lo motive,
que has perdido siete quilos en un mes,
¿como te has dejado
llevar a un callejón sin salida,
el mejor dotado
de los conductores suicidas?
“no es asunto tuyo -me dirás- y punto”
pero reconoce que es crudo aceptar
que no hay ser humano que le eche una mano
a quien no se quiere dejar ayudar,
y búscate la vida, en dirección prohibida,
pero no impedirás que levante mi vaso
a tu mala salud y te invite a brindar,
muerta la amistad sabe igual que el fracaso
y a los dos nos gusta el verbo fracasar,
así que tu ni caso,
por no agobiarte paso
de hacerte la cuenta de las papelinas,
de que no te fíe ni rafa el del pub,
de que vendas chapas en ciertas esquinas,
de que te conozcan en cada hospital.
¿como te has dejado
llevar a un callejón sin salida,
el mejor dotado
de los conductores suicidas?

Título: Conductores suicidas
Año: 1992
Letra: Joaquín Sabina
Música: Joaquín Sabina, Pancho Varona
Disco: Física y Química (1992)




Yo quiero ser una chica almodovar
como la maura como victoria abril,
un poco lista, un poquitin boba,
ir con madonna en una limousine,
yo quiero ser una chica almodovar
como bibi, como miguel bose,
pasar de todo y no pasar de moda,
bailar contigo el ultimo cuple.
y no parar de viajar del invierno al verano,
de madrid a new york, del abrazo al olvido,
dejarte entre tinieblas escuchando un ruido
de tacones lejanos.
encontrar la salida de este gris laberinto
sin pasion ni pecado ni locura ni incesto,
tener en cada puerto un amante distinto,
no gritar ¿que he hecho yo para merecer esto?
yo quiero ser una chica almodovar
como pepi, como luci, como boom,
venderle al garbo mis secretos de alcoba,
ponerme luto por un matador.
yo quiero ser una chica almodovar
que a su chico le suplique: “¡atame!”,
no dar el alma sino a quien me la roba,
desayunar en tiffany’s con el.
y no permitir que me coman el coco
esas chungas movidas de croatas y servios,
ir por la vida al borde de un ataque de nervios
con faldas y a lo loco.
encontrar la salida de este gris laberinto
sin pasion ni pecado ni locura ni incesto,
tener en cada puerto un amante distinto,
no gritar ¿que he hecho yo para merecer esto?
como patti diphusa escribir mis memorias,
apuntarme a cualquier clase de bombardeo,
no tener otra fe que la piel ni mas ley
que la ley del deseo.
encontrar la salida de este gris laberinto
sin pasion ni pecado ni locura ni incesto,
tener en cada puerto un amante distinto,
no gritar ¿que he hecho yo para merecer esto?

Título: Yo quiero ser una chica Almodóvar
Año: 1992
Letra: Joaquín Sabina
Música: Joaquín Sabina
Disco: Física y Química (1992)


Puedo ponerme cursi y decir
que tus labios me saben igual que los labios
que beso en mis sueños,
puedo ponerme triste y decir
que me basta con ser tu enemigo, tu todo,
tu esclavo, tu fiebre, tu dueño.

Y si quieres tambien
puedo ser tu estacion y tu tren,
tu mal y tu bien,
tu pan y tu vino,
tu pecado, tu dios, tu asesino…

O tal vez esa sombra
que se tumba a tu lado en la alfombra
a la orilla de la chimenea
a esperar que suba la marea.

Puedo ponerme humilde y decir
que no soy el mejor
que me falta valor para atarte a mi cama,
puedo ponerme digno y decir
“toma mi direccion cuando te hartes de amores
baratos de un rato… me llamas”.

Y si quieres tambien
puedo ser tu trapecio y tu red,
tu adios y tu “ven”,
tu manta y tu frio,
tu resaca, tu lunes, tu hastio…

O tal vez ese viento
que te arranca del aburrimiento
y te deja abrazada a una duda,
en mitad de la calle y desnuda.

Y si quieres tambien
puedo ser tu abogado y tu juez,
tu miedo y tu fe
tu noche y tu dia.

Tu rencor, tu por que, tu agonia…
o tal vez esa sombra
que se tumba a tu lado en la alfombra
a la orilla de la chimenea
a esperar que suba la marea.

Título: A la orilla de la chimenea
Año: 1992
Letra: Joaquín Sabina
Música: Joaquín Sabina, Pancho Varona
Disco: Física y Química (1992)


Nietos de toreros disfrazados de ciclistas.
ediles socialistas, putones verbeneros.
peluqueros de esos que se llaman estilistas.
musculitos, posturitas, cronistas carroñeros,
divorciadas calentonas con pelo a lo madonna,
trotamundos fantasmas, soplones de la pasma
pintorcillos vanguardistas, genios del diseño
camellos que te pasan papelinas contra el sueño
marcadores de paquete en la cola del retrete
escritores que no escriben, vividores que no viven,
jet de pacotilla, directores que no ruedan,
mas chorizos que en revilla con corbatas de seda,
muera la locura, viva el trapicheo,
tontopollas sin cura, estrategas del magreo.
petardeo de terraza, pasarela, escaparate,
archy, joy, stella, ¿como vais de chocolate?
tiburones de la noche con telefono en el coche y con fax.
caballeros en oferta, señoritas que se quieren casar.
caraduras, obsesos, gualtrapas, lameculos.
azafatas de congreso del brazo de sus chulos.
superman en camiseta, y en la pista dando brincos
la coleccion de tetas que hacen bulto en telecinco.
mulatonas caribeñas que ponen a la peña de pie
blancanieves en trippie, amor descafeinado.
cenicienta violando al principe encantado.
cicerones de la ruta del mal. mercachifles del vacio total.
especialistas en nada, inventores del tbo
julietas demacradas que no encuentran a romeo.
estaban todos menos tu
todos menos tu
y yo marcando el 369 22 30
como un idiota para oirte repetir
en el contestador que te has largado de madrid.
y una tribu de repatriados de ibiza,
que dejaron de ser hippies, pero no de ser palizas,
filosofos con caspa, venus oxidadas,
apostoles del sida, lengua envenenada,
motoristas hitlerianos con guantes en la mano.
guitarristas de loquillo, kubalas de banquillo.
doctores en chorradas, triunfadores con mosca,
yuppies que esta temporada no se comen una rosca.
equilibristas del tedio, un gorila armando gresca en el bar.
vampiros al asedio de sangre fresca para chupar.
paparazzis, reinonas, skins, perdonavidas.
y un notario de pamplona que viene a la movida,
muertos que no se suicidan, niñatos, viejos verdes.
y un cuñado de una querida del marques de villaverde.
pinchadiscos que te dejan k.o.
con la cosa del bacalao
morenazos de balcon y rayos u.v.a.
futurologos borrachos como cubas
un tal pepe que te puede contar
doce mil de lepe sin respirar.
naricillas de saldo, tabiques de platino
y un psicologo argentino mostrandote el camino.
estaban todos menos tu,
todos menos tu
y yo marcando el 369 22 30
sin escuchar lo que me cuentan
todos menos tu
todos menos tu
y yo mas triste que un pingüino en un garaje
como un borron en el paisaje de la multitud
de todos menos tu
y yo marcando el 369 22 30
sin escuchar lo que me cuentan
todos menos tu
y yo con manchas de carmin en la memoria
igual que un perro en el tejado de mi juventud
entre todos menos tu
y yo marcando el 369 22 30
pasando de lo que me cuentan
todos menos tu.

Título: Todos menos tú
Año: 1992
Letra: Joaquín Sabina

No soy un fulano
con la lágrima fácil,
de esos que se quejan sólo por vicio.
Si la vida se deja yo le meto mano
y si no aún me excita mi oficio,
y como además sale gratis soñar
y no creo en la reencarnación,
con un poco de imaginación
partiré de viaje enseguida
a vivir otras vidas,
a probarme otros nombres,
a colarme en el traje y la piel
de todos los hombres
que nunca seré:
Al Capone en Chicago
legionario en Melilla
pintor en Montparnasse.
Mercenario en Damasco
costalero en Sevilla
negro en Nueva Orleans.
Viejo verde en Sodoma
deportado en Siberia
sultán en un harén.
¿Policía? ni en broma
triunfador de la feria
gitanito en Jerez.
Tahur en Montecarlo
cigarrillo en tu boca
taxista en Nueva York.
El más chulo del barrio
tiro porque me toca
suspenso en religión.
Confesor de la reina
banderillero en Cádiz
tabernero en Dublín.
Billarista a tres bandas
insumiso en el cielo
dueño de un cabaret.
Arañazo en tu espalda
tenor en Rigoletto
pianista de un burdel.
Bongosero en la Habana
casanova en Venecia
anciano en Shangri La.
Polizón en tu cama
vocalista de orquesta
mejor tiempo en Le Mans
Cronista de sucesos
detective en apuros
conservado en alcóhol.
Violador en tus sueños
suicida en el viaducto
guapo en un culebrón.
Morfinómano en China
desertor en la guerra
boxeador en Detroit.
Cazador en la India
marinero en Marsella
fotógrafo en Play Boy.
Pero si me dan a elegir
entre todas las vidas, yo escojo
la del pirata cojo
con pata de palo
con parche en el ojo,
con cara de malo,
el viejo truhán, capitán
de un barco que tuviera
por bandera
un par de tibias y una calavera

Título: La del pirata cojo
Joaquín Sabina: “Quería ser sólo una perversa canción infantil pero se ha convertido en el himno de los conciertos de esta gira. Se la debo a unas fiebres de mi hija Carmela.”
Año: 1992
Letra: Joaquín Sabina
Música: Joaquín Sabina, Pancho Varona
Disco: Física y Química (1992)




Música: Joaquín Sabina, Pancho Varona
Disco: Física y Química (1992)





Esta es la canción de las noches perdidas
que se canta al filo de la madrugada
con el aguardiente de la despedida,
por eso suena tan desesperada.
Ven a la canción de las noches perdidas
si sabes que todo sabe a casi nada,
a carrera en los leotardos de la vida,
a bola de alcanfor dormida en la almohada…
Y tiene nombre de mujer
como la soledad como el consuelo,
los fujitivos del deber
no encuentran taxi libre para el cielo.
Esta es la canción de las noches perdidas,
lleva un crisantemo ajado en la solapa,
se sube a la cabeza como ciertas bebidas,
se pega a la desilusión como una lapa,
canta la canción de las noches perdidas,
quema como el gas azul de los mecheros,
sirve para echar vinagre en las heridas,
miente como mienten todos los boleros.
Y tiene nombre de mujer
como mi corazón, como tu olvido,
los fugitivos del deber
no tienen más amor que el que han perdido.
Esta es la canción de las noches perdidas
si quieres te la cambio por un rato en tu cama,
hierve como el ruedo en tardes de corrida,
va como los besos en los telegramas.
Y tiene nombre de mujer
como la libertad, como la nieve,
los fujitivos del deber
cogen su maldición y se la beben

Título: La canción de las noches perdidas
Joaquín Sabina: “Es mi homenaje a Tom Waits. Amo el verso “miente como mienten todos los boleros”, la guitarra de Antonio, los vientos.”
Año: 1992
Letra: Joaquín Sabina
Música: Joaquín Sabina, Antonio García de Diego y Pancho Varona
Disco: Física y Química (1992)



No le ofrecio la luna,
le dijo solo “quedate
conmigo no hay fortuna
que valga el corazon que te dare”.
ella dudo un momento
y luego contesto que si,
“pero sin juramentos
que no vas a saber despues cumplir”
“y si de verdad me amas
no habra casorio ¿para que?
con dos en una cama
sobran testigos, cura y juez”
“y viviremos lejos
del trafico y la polucion
mejor llegar a viejos
a la sombra de algun sauce lloron”
le regalo un anillo
de quita y pon, que unen sin atar,
y levanto un castillo
de arena fina junto al mar…
sus dos hijos dudaron
entre en dinero y el saber
llamaron al primero
cain y al benjamin abel.
lo lei, lo soñe,
lo vivi, lo invente,
mi cuento de momento empieza bien.
a abel lo liquidaron
y el crimen nunca se aclaro
apenas se quedaron
solos ya cain y su ambicion
montaron un negocio
en el terrenito de papa
menudo par de socios
cain demoliciones, s.a.
hicieron del castillo
un bodrio de urbanizacion,
aquel eden sencillo
se llama ahora nueva york.
los dos viejos se hospedan
en un hogar de la tercera edad
el hijo que les queda
les manda mazapan por navidad.
lo conte tal cual fue
¿como hare? que al final
los cuentos que yo cuento acaban tan mal
do re mi, mi fa sol, fa sol la,
los cuentos que yo cuento acaban fatal.
no soy yo, obladi, oblada,
los cuentos que yo cuento acaban so bad
te has pasao, colorin, colorao,
el cuento que yo cuento se ha acabao.

Título: Los cuentos que yo cuento
Año: 1992
Letra: Joaquín Sabina
Música: Joaquín Sabina, Pancho Varona
Disco: Física y Química (1992)




-¿Qué adelantas sabiendo mi nombre?
cada noche tengo uno distinto
y, siguiendo la voz del instinto,
me lanzo a buscar…-
-imagino- preciosa -que un hombre-
-algo mas, un amante discreto
que se atreva a perderme el respeto…
¿no quieres probar?
vivo justo detras de la esquina,
no me acuerdo si tengo marido,
si me quitas con arte el vestido
te invito a champan-
le solte al barman mil de propina,
apure la cerveza de un sorbo
(acerto quien “el templo del morbo”
le puso a este bar)
peor para el sol
que se mete a las siete en la cuna
del mar a roncar
mientras un servidor
le levanta la falda a la luna
al llegar al portal nos buscamos
como dos estudiantes en celo,
un piso antes del septimo cielo
se abrio el ascensor…
nos sirvio para el ultimo gramo
el cristal de su foto de boda
no falto ni el desfile de moda
de ropa interior.
-”en mi casa no hay nada prohibido
pero no vayas a enamorarte,
con el alba tendras que marcharte,
para no volver
olvidando que me has conocido
que una vez estuviste en mi cama…
hay caprichos de amor que una dama
no debe tener”-
peor para el sol
que se mete a las siete en la cuna
del mar a roncar
mientras un servidor
le levanta la falda a la luna.
-es mejor- le pedi -que te calles,
no me gusta invertir en quimeras,
me han traido hasta aqui tus caderas…
no tu corazon-
y despues… ¿para que mas detalles?
ya sabeis… copas, risas, excesos,
¿como ban a caber tantos besos
en una cancion?
volvi al bar a la noche siguiente
a brindar con su silla vacia,
me pedi una cerveza bien fria
y entonces no se
si soñe o era suya la ardiente
voz que me iba diciendo al oido:
-”me moria de ganas, querido
de verte otra vez”
peor para el sol
que se mete a las siete en la cuna
del mar a roncar
mientras un servidor
le levanta la falda a la luna.

Título: Peor para el sol
Año: 1992
Letra: Joaquín Sabina
Música: Joaquín Sabina, Pancho Varona
Disco: Física y Química (1992)



Hace demasiados meses
que mis payasadas no provocan tus
ganas de reir.
no es que ya no me intereses
pero el tiempo de los besos y el sudor
es la hora de dormir.
duele verte removiendo
la cajita de cenizas que el placer
tras de si dejo.
mal y tarde estoy cumpliendo
la palabra que te di cuando jure
escribirte una cancion.
un dios triste y envidioso
nos castigo
por trepar juntos al arbol
y atracarnos con la flor de la pasion
por probar aquel sabor.
el agua apaga el fuego
y al ardor los años,
amor se llama el juego
en el que un par de ciegos
juegan a hacerse daño.
y cada vez peor
y cada vez mas rotos
y cada vez mas tu
y cada vez mas yo
sin rastro de nosotros.
ni inocentes ni culpables
corazones que desbroza el temporal,
carnes de cañon.
no soy yo, ni tu, ni nadie,
son los dedos miserables que le dan
cuerda a mi reloj.
y no hay lagrimas
que valgan para volver
a meternos en el coche
donde aquella noche en pleno carnaval
te empece a desnudar.
el agua apaga el fuego
y al ardor los años,
amor se llama el juego
en el que un par de ciegos
juegan a hacerse daño.
y cada vez peor
y cada vez mas rotos
y cada vez mas tu
y cada vez mas yo
sin rastro de nosotros.

Título: Amor se llama el juego
Año: 1992
Letra: Joaquín Sabina
Música: Joaquín Sabina
Disco: Física y Química (1992)



Si lo que quieres es vivir cien años
no pruebes los licores del placer.
si eres alergico a los desengaños
olvidate de esa mujer.
compra una mascara antigas,
mantente dentro de la ley.
si lo que quieres es vivir cien años
haz musculos de 5 a 6.
y ponte gomina que no te despeine
el vientecillo de la libertad.
funda un hogar en el que nunca reine
mas rey que la seguridad,
evita el humo de los clubs,
reduce la velocidad,
si lo que quieres es vivir cien años
vacunate contra el azar.
deja pasar la tentacion
dile a esa chica que no llame mas
y si protesta el corazon
en la farmacia puedes preguntar:
¿tienen pastillas para no soñar?
si quieres ser matusalen
vigila tu colesterol,
si tu pelicula es vivir cien años
no lo hagas nunca sin condon,
es peligroso que tu piel desnuda
roce otra piel sin esterilizar,
que no se infiltre el virus de la duda
en tu cama matrimonial.
y si en tus noches falta sal
para eso esta el televisor.
si lo que quieres es cumplir cien años
no vivas como vivo yo.
deja pasar la tentacion
dile a esa chica que no llame mas
y si protesta el corazon
en la farmacia puedes preguntar:
¿tienen pastillas para no soñar?

Título: Pastillas para no soñar
Año: 1992
Letra: Joaquín Sabina
Música: Joaquín Sabina, Pancho Varona
Disco: Física y Química (1992)

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